martes

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perdí los cinco sentidos no me acuerdo no me acuerdo no me acuerdo, ¿dónde habrán quedado los recuerdos? sólo sé que había luna amarillenta nueva
me comió una planta carnívora desaparecí en la vergüenza de mi cara las bubujas estaban arriba más arriba escondiendo una serie de bochornosas desdichadas frases dichas al despecho de cambia el ritmo de la respiración
y re creo de creo que es creable la creando
un momento de tren
a las cinco de la tarde justamente secuestro su rastro sobre la tierra
espia de la via de acero
rastr e o debajo oxidos sin podridos donde vez luces veo cal donde vez lluvia veo el sol son desaires aquellos ohdios en la vía del tren y nuestros encuentros
caminamos hasta la estación y jugamos a perdernos
sabes que no uso reloj y esconderte detrás de vagones olvidados
las zonas prohibidas para quitarte la ropa y aprovecharme de tu in timides pública
de nocturnas de diarias esquivando vampiros cuando lo somos
de murales no pintados y de piernas dejando las marcas en paredes
porque no dejas que te quite los zapatos
solo a la media noche en puntual
en las vias del tren te veo orinar cuando por des causalidades ya no apareces sino en el lugar del transitorio del pasajero del telo n eros
un blanco tren violento a punto de atropellarnos
hemos cambiado
hemos en otros lugares
no voy a salir de la estación aunque tengas mi pasaporte
quiero jugar otra vuelta
acaso nuestros años dominan el tiempo
desafío mis arrugas y tus canas a otro encuentro detrás de las vías
dos jarras de cerveza
un salut para, para, pará_ stop aclaremos
dos jarras más, señor, por favor
sin stop cortemos el leseo
en el submundo en que me muevo
me temo en lo que veo
(no en lo que quiero ver)
se habla claro, legible, entendible
dos más dos llegan a cinco a cuatro palmadas
que esto no se da sólo entre los vagones
vendría siendo una ganada por goleada
perder en los auto goles auto auto mático
yo parto en el viaje porque
nada sé de fuchibol
dejemos los silencios y las miradas para los rieles
ahora hablemos
de eso que sabemos
está coordinando nuestros neurotransmisores

sinapsis acelerada ahcen
apareces lucecilla enciendes
la respiración detenida
suspiro
otro suspiro
apareciendo fantasmagórico es tú
es lo tuyo oliendo
el ajo no expelo sólo los domingos cuando
sabés mi abuela amasa mi abuela tortas lanza
bien rico nuez manjar de dioses
te lo digo, dígalo
son diecisiete de cara
los veintisiete cargo al partir
em prendido
en cendido
oliendo jacintos
oliendo aromos
oliendo magnolios
en lugares que no recorrimos
en miradas que no compartimos
nuestro foco a donde enfoca
hacia la sala
hacia el sofa
hacia la silla vacia
mientras te desnudas en mi cuarto
preciso
tres veces seguidas
que el bombillo nunca se encienda
y que la puerta abre y cierra
los electrolitos tienen sed
de esas neuronas
monologizadas
quisiera comprender tus pasos
y la luz de tus colores
encontrar la palabra precisa
descargar la ira
cambiarla por el café
dejar el zapping para el recreo
focas focas
una distancia extinta
esta dialéctica
nauseabunda
sabemos que nuestros pasos tienen sed
de cerveza fría
de alcoholes corporales
uvas en derredor
y la brisa en la mejilla
vomito tu presencia
virtualmente esencia
vomitas ante la mia
y los pajaritos
saboreando
nuestros vomitos de pais en crisis
saboreando
nuestra cena deleitada en cri cri
crios que no nacen
lluvias que no caen
temblores que no suenan
sentimientos que no recuerdan
recuerdos que no tienen nombre
esta noche sale la fauna a caminar
yo te llevo de la mano
con una esponja de brisa y treboles
cantando le guías la melodía
a la noche sin luna explicas
r e spiramos
ritornelo

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