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puedo librarme de tu lengua, alejarme de tus ojos puedo ir cruzando las burbujas ingresando ingreso en el profundo azulino mundo, ¿sabías que mientras más me alejo, más dentro te llevo? no encuentro las palabras para explicar el movimiento molecular que he tenido eso de andar subiendo montañas tampoco le encuentra sentido tener el cielo en las manos es placer todo lo que sube tiene que bajar como las espumitas, es inevitable, entonces ¿todo lo que se va, regresa?
Un dia de estos cai en esta tierra que temblaba innumerables veces y de tanto capacitar discapacitados discapacitada antes de me he retirado. Tres horas mas tarde decidia lo contrario pero sin vuelta avanzaba hasta acordarme de la uña del dedo izquierdo apegada al dedo antes de crecer. Sin hambre sin sueño sin ropa sin revisar el estado del tiempo un torrencial de luz se atravezó en la madrugada. No regresa cuando es llamado sino a la hora perpetua cuando las hojas comienzan a caer. Es otoño temprano adelantado en otro lugar del planeta y me das lastima. No queria decirlo pero me lastima que seas mi víctima en la sumision perversa de esta vez.
cai forzosamente he caido en la cuenta de los dias lluviosos me vienen mejor así lloramos juntos las nubes los relampagos que me crucen la espina hacen trizas mis vertebras que sostenían el anhelo de volver a encontrarte de volver a abrazarte de que mi lengua y la tuya y mis dientes y mi saliva quieren saborear eso que aunque quiera son recuerdos aunque quiera quisiera querer desapareció aunque el querer es tener y yo a tí no te poseo aunque quiera poseerte aunque mis manos se aferren a alcanzarte más arriba de la cordillera o en ella o adentro de la nieve o en cada pie tuyo que se entierra en como sea como quiera está enterrado como las raíces de la higuera del frente que me despierta con sus crujidos, ¿has escuchado como crecen las hojas?
Suenan así como cuando el silencio no se acerca porque teme y se aleja, suena como una melodía vagabunda que lastimosamente necesita de un amplificador para evitar la destrucción del planeta. 32 semanas y no me canso de no nombrarte. 32 semanas que me prohibo mencionar tu indicador personal. 32 semanas comiendo helado y todavía mi estomago sigue caliente. No soy carnivora ni vegetariana prefiero alimentarme de puros champiñones hongos setas y masco hojas de coca los dias lunes jueves viernes y sabado. Riete riete claro que me apropie de ti la costumbre la diferencia es que tu prefieres el té y a mi me gusta mascarlas. Fue el santo remedio la sustitución de mis uñas por la yerbita asi tenga que evadir la ley evadirte a ti policia de barrio resacado muerto violento policia policia policia de mi cuerpo cuando yo ni pagaba impuestos ni me saque la licencia. Odiaba plancharte las camisas. Detesto planchar. Cuando mascas la yerba con piedra de lava de volcan y una gotita de miel m m m m m fuerza fuerza. Los dias martes miercoles y domingo son de la otra yerba que no se masca sino se fuma. Esos dias como chocolate y cereal para acompañar las setas. Engordo un kilo rebajo un kilo engordo 2 kilos rebajo un kilo engordo 3 rebajo 4 siempre en 64 maldita balanza que me regalaste pero gracias a los champiñones el cereal la miel y las yerbas nunca seré anorexica como querias.

Quedaste fuera del ritual porque es sacro y no te habias dado cuenta.
si hay algo que querían tus ojos ásperos tu lengua fatalmente adosada a la intención de verme
sin mirarme solo idealizando la situación a la negación de lo que yo soy, ¿porqué te alejas? ¿porqué escapaste de mí?¿porqué? ¿para qué? eso de dar placer hasta que se hace lindo y bello y agradable y es efímero pretenderlo- tu mecanismo fóbico me pudre, me frustra me repele saberte alejando por no poder enfrentarme estando al frente, ya, eso evitas porque he subido porque he bajado, ya, porque me he ido he vuelto, ya, porqué si antes te comías mi lechuguita, saboreabas las setas, ya, la ley de gravedad nos ha tocado, ya, la gravedad me (des)fortalece, ya, la nubosidad me es porosa, ya, la lluvia me penetra, ya, ya, ya, ya - - - nos enmielemizamos nos rozabamos los labios dulces frescos pegajosos pegada a ti me he quedado en el chocolatemente de lo pegajoso en el, ya, me quedo en los martes sabiendo que ese día a la madrugada nos encontrábamos en la punta del cerro que nos traía a mirar un amanecer más de los que recibes con los brazos nubes abiertos, las curvas que descendíamos curvando curvilíneas descendientes cayendo al precipicio
¿ahora qué? cómo hago para querer que amanezca si ando sola por estos días buscando que un rayo me traiga en compañía de tu alejamiento, acompañarme de tu vacío si es que es eso lo que ha quedado, convengamos que el vacío no es nada, la nada no es el vacío que experimento cuando traigo tu imagen tu sabor tu olor tu sudor a mi recuerdo, vacío estoy
vacio muero pero
la luna que es llenura pura me entrega su color. Mi color es tu color.