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El cielo gira, claro, la tierra se mueve, claro
suponiendo que en el circular nos quedamos buscando la vueltecita que hace de los días algo más apetecibles.

El cielo gira, claro, ¿tengo- tenemos- tuviste- tenía conciencia de ello?
mis ideas van al unísono con un ballenato sonando al lado, qué lado, por cuál lado.

¿Hay un
solo lado
o como miramos
el ladear?

Sueño con que sonaran las nubes cada vez que un parpadeo
en el intento de captar que las lucecitas están sincronizadas por el palpitar de nuestros corazones
sabemos nos extraños extranjeros desconocidos aunque a veces dormimos juntos
cenamos juntos
determinaría el curso de nuestras vidas un árbol de navidad un pesebre un buda la estrella de David el om o el rosario que dejo tu madre en esa última visita interminable ella desde el sillón controlaba nuestras entradas salidas y seguramente acarició su cuerpo con nuestros orgasmos.

Determinada por mi extranjería asumo te sumo si te encuentro difícil mente te encuentro mente si no puedo mirar mi mente tu el que viene siendo vengo disintiendo un adormecimiento de las piernas los brazos las pupilas este del modem [el me leyó la borra del café y lo más rudo sucedió cuando se trataba de demonios pesados y demonios ligeros]

¿Cuándo despierto?

Agradable es la posibilidad de permanecer en la permanencia del adormecimiento del soñar del volar del flotar de la pila de la alarma esta sulfatada y el biológico atómico funciona

clack
claclaclaclaclaclaclac
el funcionamiento neuronal adelanta las gotas que están por caer
clac clac clic clic clik
yo te digo
una vez mas estan por caer

Y no es la séptima de Bogotá es la quinta avenida de Nueva York a diez euros el ticket del subte podemos cruzar gratis las vías, si así lo deseas
Yo me lanzo y
tú me sigues

Pero si te olvidas el ticket no habrá otra oportunidad
la devaluación de las monedas nacionales
y es ta la ti no a me ri ca
fragmentada que llora
Lloremos
que no hay más tiempo que el intento
de tener algo en la mano
ese aire, todo se dispersa en el
oxido en el acido sulfurico
y nuestros rostros derretidos como cera de vela cuando caen las lagrimas
el nitrato carbónico hace efecto de aguja en mis manos extendidas las ganas de alcanzarte pero si todo lo solido de tu cuerpo se desvanece en el espasmo de un respiro alguna vez volveremos a desayunar de nuevo,

alguna vez erase.